Pero más allá de esta incontestable victoria quiero destacar el sentimiento de unión, ilusión, y simbiosis que se respiraba en el pabellón por parte de los que allí nos dimos cita.
Miles de bizkainos quieren y disfutan del baloncesto y de todo lo que se cuece en su entorno. Han hecho de este deporte una parte importante de sus vidas, le han concedico un espacio en su tiempo de ocio, ya sea para practicarlo o para disfrutarlo como espectáculo.
El baloncesto en Bizkaia se encuentra en uno de sus mejores momentos de toda su historia, tanto en el ámbito profesional como en el participativo.
Debemos aprovechar esta circunstancia para asentar estructuras y seguir creciendo desde la ilusión y el compromiso.
Eso sí, juntos pero no revueltos, caminando en paralelo pero entendiendo la realidad y necesidades de cada uno. Estableciendo sinergias, respetando sensibilidades y trabajando en equipo en aquellas cuestiones que ayuden a sumar y no a dividir.
Espero y deseo que todos los que estamos en esto entendamos el mensaje y sepamos estar a la altura. Zorionak Bilbao Basket!.