sábado, 24 de enero de 2009

Previsión y acierto

A veces achacamos a nuestros gobernantes falta de previsión ante determinadas cuestiones relativas con la meteorología y caprichos de la naturaleza. Otras veces hacemos lo mismo ante lo que entendemos como la toma de medidas desproporcionadas o excesivamente conservadoras ante previsones que luego no son tales (aunque como dice el refrán castellano, más vale que sobre que no que falte).

En todo caso, y ante la situación meteorológica acaecida este fin de semana (sobre todo en la jornada del sabado), hay que decir y reconocer en voz alta la acertadísima decisión que tanto el Gobierno Vasco, como la Diputación Foral de Bizkaia, tomaron al acordar suspender todas las competiciones escolares que estaban programadas al áire libre para la jornada sabatina, por el peligro que esta circunstancia suponía para sus practicantes, familiares y amigos. Como no podía ser de otra forma, la Federación Vizcaína de Baloncesto hizo lo propio suspendiendo las competiciones federadas programadas al abierto para el sábado, y para mayor seguridad de los más jóvenes, también las escolares previstas al aire libre y en recintos cerrados.

Esta mañana leo en la página web de un diario local la tragedia sucedida en Sant Boi, en la que han perdido la vida cuatro personas, escolares precisamente, que practicaban su deporte favorito al abrigo del polideportivo de su pueblo al no poder hacerlo en el exterior, como era habitual, debido al fuerte temporal anunciado. Los pelos se me han erizado como escarpias. No niego que lo primero que he pensado es que pudieran haber sido mis propios hijos (el ser padre conlleva también ese tipo de cábalas), pero inmediatamente he recordado el aviso que ya el viernes a la mañana me transmitió el responsable del Deporte Escolar de la DFB, Javier de María, en el que me anticipaba la decisión que ya habían tomado al respecto de suspender toda actividad deportiva para el sábado, y que a lo largo de la tarde fue corroborado vía fax. También recuerdo la conversación que mantuve en la tarde del viernes con Maite, nuestra Secretario, y en la que en pocos minutos tomamos las decisiones antes comentadas.

En definitiva, un gran alivio y una enorme gratitud hacia las personas y responsables de la Administración que aplicando el sentido común, la previsión y el acierto probablemente han evitado que hoy tengamos que lamentar hechos tan tristes, impactanes e irreparables como los de Sant Boi.